Qué no hacer como mochilero en Sudamérica

Mochilear por Sudamérica es una experiencia intensa, transformadora y profundamente humana. Este continente, con su diversidad de paisajes, culturas, idiomas y ritmos, recibe a miles de mochileros cada año. Pero no todos los viajeros llegan con la sensibilidad o la preparación necesarias para moverse de forma respetuosa, segura y consciente. Por eso, así como hay muchas cosas que puedes hacer para enriquecer tu experiencia, también hay una lista importante de comportamientos, actitudes y errores que es mejor evitar.

En este artículo, exploramos qué no hacer como mochilero en Sudamérica. Desde conductas irrespetuosas hasta decisiones que pueden ponerte en peligro o incomodar a las comunidades que visitas, esta es una guía clara para ayudarte a ser un mejor viajero, reducir conflictos y disfrutar más de tu ruta. Si estás por emprender tu mochilón, este texto te dará herramientas para no ser “ese turista” del que todos se quieren alejar.

1. No respetar las costumbres locales

Uno de los errores más comunes es comportarse como si todas las culturas fueran iguales a la tuya. Sudamérica es diversa y muchas comunidades tienen sus propias normas sociales, religiosas o incluso códigos no dichos.

Qué no hacer:

  • Vestirte inapropiadamente en zonas tradicionales
  • Tomar fotos a personas sin pedir permiso
  • Criticar abiertamente las creencias o hábitos locales
  • Reírte o burlarte del acento o idioma

Qué hacer en cambio: observar, preguntar, adaptarte. Mostrar respeto cultural abre puertas, genera confianza y te conecta con las personas de manera genuina.

2. No cuidar el medio ambiente

El impacto ambiental del turismo es real. Y como mochilero, muchas veces estás en contacto directo con la naturaleza. Dejar basura en un sendero, encender fuegos en zonas prohibidas o usar plástico de un solo uso sin control puede causar daño irreparable.

Qué no hacer:

  • Tirar colillas, envoltorios o botellas en la naturaleza
  • Usar jabones no biodegradables en ríos o lagos
  • Cazar, recolectar plantas o molestar a animales
  • Ignorar las normas de los parques nacionales

Qué hacer en cambio: llevar tu propia bolsa de residuos, usar productos ecológicos, informarte sobre las reglas de cada lugar y ser ejemplo de turismo responsable.

3. No investigar antes de llegar

Llegar a un país o ciudad sin idea de su historia, situación actual o particularidades puede hacerte pasar vergüenzas, perder oportunidades o exponerte a peligros evitables.

Qué no hacer:

  • Preguntar cosas ofensivas sin saberlo (por ejemplo, temas políticos sensibles)
  • Ir a zonas de conflicto o muy peligrosas por desconocimiento
  • Subestimar el clima, altitud o condiciones del terreno

Qué hacer en cambio: investiga un poco antes de llegar. Consulta blogs de viajeros, foros, noticias locales y, si puedes, pregunta a personas que ya hayan estado.

4. Subestimar la seguridad

Creer que “a mí no me va a pasar nada” es una actitud peligrosa. Sudamérica es un continente hermoso, pero con desigualdades marcadas. Aunque la gran mayoría de los viajes transcurren sin problemas, hay que tomar precauciones básicas.

Qué no hacer:

  • Mostrar tu celular o cámara en zonas con alto índice de robos
  • Irte con desconocidos sin saber quiénes son
  • Caminar de noche por lugares solitarios o inseguros
  • Confiar tus pertenencias a cualquiera

Qué hacer en cambio: mantener la discreción, consultar a los locales sobre qué zonas evitar, usar apps de seguridad y siempre seguir tu intuición.

5. Imponer tu forma de hacer las cosas

Muchos mochileros, sin querer, llegan con una actitud colonial: creen que saben más que los locales o que su forma de ver el mundo es la correcta. Esto genera rechazo y cierra puertas.

Qué no hacer:

  • Dar lecciones sin que te las pidan
  • Corregir a los demás todo el tiempo
  • Exigir que las cosas funcionen como en tu país
  • Hablar con superioridad

Qué hacer en cambio: escuchar más que hablar, aprender de la forma de vida local y entender que no hay una sola verdad. Cada cultura tiene su lógica y valor.

6. Ser invasivo o maleducado en los hostales

El hostal es la casa del mochilero, pero no por eso es tierra sin ley. Muchos viajeros cometen errores que incomodan a otros huéspedes o al personal del lugar.

Qué no hacer:

  • Hacer ruido de madrugada
  • Usar la cocina sin limpiarla después
  • Tomar comida que no es tuya
  • Encender luces en dormitorios compartidos cuando otros duermen
  • Ser irrespetuoso con el personal del hostal

Qué hacer en cambio: mantener el orden, respetar los espacios comunes, saludar siempre y contribuir a un ambiente armónico.

7. Emborracharse o consumir drogas sin control

El abuso de alcohol o drogas en ambientes desconocidos no solo te pone en riesgo, también puede hacerte actuar de forma irresponsable o violenta. Además, en muchos países sudamericanos el consumo de ciertas sustancias es ilegal o mal visto.

Qué no hacer:

  • Emborracharte en lugares públicos sin control
  • Ofrecer drogas a otras personas
  • Incomodar a locales o a otros viajeros con tu conducta
  • Poner en peligro tu seguridad por estar alterado

Qué hacer en cambio: si decides consumir, hazlo en un entorno seguro, sin molestar a otros y con total conciencia de tus límites y del contexto.

8. Usar mal el regateo

En muchas culturas, regatear es parte del juego comercial. Pero hay una línea muy delgada entre negociar con respeto y regatear de forma abusiva, humillante o por capricho.

Qué no hacer:

  • Regatear por centavos cuando sabes que puedes pagarlo
  • Insultar o burlarte si no te dan el precio que quieres
  • Ofenderte si te dicen que no

Qué hacer en cambio: negociar con respeto, con una sonrisa, y aceptando si el precio no es para ti. Recuerda que para muchos vendedores eso es su sustento diario.

9. Tomar fotos sin preguntar

Este es un error común que puede incomodar profundamente, especialmente en comunidades indígenas o en entornos íntimos. Una cámara puede ser vista como una invasión.

Qué no hacer:

  • Fotografiar personas sin su consentimiento
  • Sacar fotos en ceremonias religiosas o momentos sagrados sin permiso
  • Usar el zoom como si fueras un paparazzi

Qué hacer en cambio: siempre pide permiso. Muchas personas aceptarán encantadas si les explicas el propósito. A veces incluso te invitan a participar.

10. Ser un turista inconsciente

No todos los mochileros son turistas tradicionales, pero eso no significa que el impacto no exista. Cada acción tiene una consecuencia.

Qué no hacer:

  • Comprar productos de origen dudoso (como plumas de aves protegidas)
  • Participar en “turismo de pobreza” o fotos con niños sin consentimiento
  • Dar dinero a niños que trabajan en la calle (perpetúa la situación)
  • Apoyar experiencias que explotan personas o animales

Qué hacer en cambio: informarte, apoyar proyectos éticos, consumir local de forma responsable y reflexionar sobre el impacto de tu presencia.

11. Vivir solo entre mochileros

Aunque compartir con otros viajeros es valioso, encerrarte en una burbuja mochilera te aleja de la experiencia real del lugar.

Qué no hacer:

  • Solo relacionarte con extranjeros
  • Comer siempre en restaurantes para turistas
  • Ignorar las fiestas, tradiciones o música local

Qué hacer en cambio: sal al mercado, habla con la gente del lugar, escucha música local, baila, pregunta, aprende.

12. Viajar sin seguro o sin documentos digitales

No tener seguro de viaje o no guardar copias digitales de tus documentos puede complicarte mucho ante un robo, pérdida o emergencia médica.

Qué no hacer:

  • Viajar sin seguro médico
  • No llevar documentos en la nube o impresos
  • No saber a quién llamar en caso de emergencia

Qué hacer en cambio: contratar un seguro confiable, escanear tus papeles importantes, tener contactos de emergencia anotados y saber cómo buscar ayuda.

13. Creer que puedes hacerlo todo

Querer ver “todo Sudamérica” en 3 meses es una receta para el agotamiento. Este continente necesita tiempo, energía y paciencia.

Qué no hacer:

  • Sobreplanificar hasta el último día
  • Saltar de ciudad en ciudad sin parar
  • Frustrarte si no cumples tu itinerario

Qué hacer en cambio: viaja lento, deja espacio para lo inesperado, quédate más tiempo en los lugares que te tocan el alma.

Más que turistas, somos huéspedes

Mochilear por Sudamérica no es solo visitar lugares. Es entrar en casas, comunidades, corazones. Es caminar como invitado por tierras que no son tuyas, pero te abrazan si las respetas.

No se trata de perfección, sino de conciencia. Evitar estos errores no solo hará que tengas un viaje más rico y profundo, sino que también contribuirás a que quienes vengan después encuentren un continente menos herido, más justo y aún más mágico.

Viaja con los ojos abiertos, los pies firmes y el corazón humilde. Porque Sudamérica te da mucho, pero también espera algo de ti.


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