Mochilear por Sudamérica es mucho más que ir de un lugar a otro con la mochila al hombro. Es una forma de explorar el continente desde tus propios intereses, pasiones y valores. Por eso, cada vez más viajeros eligen diseñar rutas temáticas, que no solo siguen una lógica geográfica, sino también una conexión profunda con aquello que les mueve: la historia, la gastronomía o la naturaleza.
Planificar un mochilón con una temática central te permite enfocarte, vivir experiencias más intensas y conectar los puntos del mapa con un sentido más personal. En este artículo te mostraremos cómo armar rutas mochileras temáticas por Sudamérica, según tres grandes pilares: historia, comida y naturaleza. Además, te daremos ejemplos concretos, consejos y destinos imperdibles para que elijas tu camino con conciencia y entusiasmo.
¿Por qué hacer una ruta temática?
Diseñar tu viaje en base a un tema no solo hace que el recorrido sea más coherente y enriquecedor, sino que te ayuda a:
Profundizar en un área que te interesa realmente
Evitar la sensación de “turismo superficial”
Conectar mejor con las comunidades locales
Ahorrar tiempo y dinero al tener un enfoque claro
Crear contenido más auténtico si documentas tu viaje
Darle un hilo narrativo a tu experiencia mochilera
Además, puede ser una forma de aprender algo nuevo mientras viajas o incluso desarrollar un proyecto personal o profesional en el camino.
Ruta 1: Mochilear tras la historia
Para los amantes del pasado, de las civilizaciones ancestrales, las luchas sociales y los vestigios coloniales, Sudamérica es un museo vivo. Desde el legado incaico y las culturas precolombinas hasta las huellas de la conquista y los procesos de independencia, el continente ofrece cientos de rutas que permiten comprender cómo se ha construido su identidad.
Lugares clave para una ruta histórica:
Perú
- Cusco y el Valle Sagrado: capital del Imperio Inca y puerta a Machu Picchu
- Chan Chan (Trujillo): ciudad de adobe más grande de América
- Caral: una de las civilizaciones más antiguas del continente
- Lima: museos arqueológicos y arquitectura virreinal
Bolivia
- Tiwanaku: centro ceremonial preincaico cerca del Lago Titicaca
- Sucre y Potosí: ciudades clave en la época colonial
- La Paz: historia indígena y resistencia contemporánea
Colombia
- Cartagena de Indias: ciudad amurallada con historia de esclavitud y comercio
- San Agustín: estatuas megalíticas de culturas prehispánicas
- Bogotá: Museo del Oro y archivos de la historia republicana
Argentina y Chile
- Salta y Jujuy: pueblos con historia colonial e indígena
- Santiago: Museo de la Memoria (dictadura chilena)
- Buenos Aires: recorridos por el peronismo, dictadura y movimientos sociales
Consejos para una ruta histórica:
Investiga previamente para comprender el contexto
Contrata guías locales especializados
Visita museos pequeños y centros comunitarios
Haz preguntas y busca diferentes versiones de los hechos
Documenta tu ruta como un diario de investigación
Complemento ideal: podcasts, libros y documentales que enriquezcan lo que ves en persona
Ruta 2: Mochilear tras la gastronomía
Si tu motor de viaje es el sabor, estás en el continente correcto. Sudamérica es un festival culinario que combina ingredientes ancestrales, técnicas locales, fusiones modernas y una enorme diversidad de cocinas regionales. Cada país, cada valle, cada mercado ofrece nuevos descubrimientos para el paladar.
Una ruta mochilera gastronómica puede incluir: comer en mercados populares, aprender a cocinar platos típicos, hacer voluntariados en fincas, probar frutas exóticas o asistir a fiestas tradicionales.
Destinos imperdibles para una ruta foodie:
Perú
- Lima: capital gastronómica de Sudamérica, con comida callejera y alta cocina
- Arequipa: adobo, rocoto relleno y chicha morada
- Cusco: comida andina con ingredientes como la quinua, papa nativa y alpaca
- Iquitos: sabores amazónicos (paiche, juane, camu camu)
Colombia
- Medellín: bandeja paisa, arepas y jugos tropicales
- Cartagena: comida costeña con mariscos, plátano y coco
- Cali: pandebonos, lulada, aborrajados y comida afrocolombiana
Ecuador
- Quito: locro de papa, hornado, empanadas
- Guayaquil: encebollado, ceviche costeño, bolón de verde
- Sierra y Amazonía: comidas con yuca, maíz y proteínas exóticas
Brasil
- Salvador: acarajé, moqueca, feijoada
- São Paulo y Río: comida callejera y mercados de influencia japonesa, italiana y portuguesa
- Región amazónica: cocina indígena con mandioca, pescado y frutas únicas
Argentina y Uruguay
- Buenos Aires: asado, empanadas, milanesa y alfajores
- Córdoba y Mendoza: vino, locro, humita y cabrito
- Montevideo: chivito, dulce de leche, carnes y vino tannat
Consejos para una ruta gastronómica:
Come en los mercados y ferias antes que en restaurantes turísticos
Pregunta a los locales qué se come “en casa”
Lleva un diario de sabores o haz un “pasaporte gastronómico”
Haz cursos de cocina local o participa en fiestas comunitarias
Ten cuidado con la higiene en zonas rurales o de calor extremo
Extra: si eres vegetariano o vegano, infórmate antes de llegar y aprende a comunicar tus necesidades. En muchos lugares encontrarás opciones, aunque tal vez no estén en el menú.
Ruta 3: Mochilear tras la naturaleza
Sudamérica es un continente biodiverso, con paisajes que van desde la selva más densa hasta los desiertos más áridos del planeta, desde glaciares hasta volcanes, desde valles fértiles hasta islas volcánicas. Si tu alma vibra con lo salvaje, esta es tu ruta.
El contacto con la naturaleza también es una forma de sanación, conexión espiritual y activismo ecológico. Puedes combinar trekking, acampadas, avistamiento de fauna, fotografía de paisajes, visitas a parques nacionales y colaboración en proyectos de conservación.
Destinos clave para una ruta natural:
Brasil
- Amazonía: selva, ríos, comunidades y fauna única
- Chapada Diamantina: trekking, grutas, cascadas
- Pantanal: avistamiento de jaguares, aves y reptiles
- Lençóis Maranhenses: dunas con lagunas azules
Chile
- Torres del Paine: uno de los mejores circuitos de trekking del mundo
- Desierto de Atacama: el más seco del mundo, paisajes marcianos
- Isla de Chiloé: bosques, mitología, vida rural
- Parque Conguillío: volcanes, lagos, araucarias milenarias
Argentina
- Patagonia: glaciares, montañas, lagos y viento
- Quebrada de Humahuaca: paisajes coloridos, altura y cultura
- Esteros del Iberá: fauna, lagunas, conservación
- Mendoza y Cuyo: cordillera, viñedos, cielos infinitos
Ecuador
- Galápagos: islas únicas en biodiversidad
- Parque Nacional Cajas: lagunas, páramo y caminatas
- Oriente: reservas amazónicas accesibles
- Cotopaxi y Chimborazo: montañas, volcanes y vida en altura
Perú y Bolivia
- Valle Sagrado: energía andina y trekking
- Lago Titicaca: naturaleza + cultura viva
- Parque Nacional Madidi (Bolivia): biodiversidad en la Amazonía
- Cordillera Real: rutas para trekking exigente
Consejos para una ruta de naturaleza:
Prepárate físicamente: muchas rutas requieren buena condición
Lleva equipo adecuado (ropa técnica, carpa, botiquín)
Respeta las normativas de conservación en parques y reservas
Considera hacer voluntariados en proyectos ecológicos
Apoya el ecoturismo local y evita empresas destructivas
Complemento ideal: aprender sobre la flora, fauna y cosmovisión indígena en cada ecosistema
¿Se pueden combinar rutas temáticas?
¡Absolutamente! De hecho, la mayoría de los grandes viajes mochileros combinan elementos de cada una. Puedes comenzar con un enfoque histórico en Perú, sumergirte en la naturaleza de Bolivia y terminar explorando los sabores del sur argentino. Lo importante es mantener un hilo conductor que te inspire y te permita darle sentido a cada experiencia.
También puedes desarrollar tu propio eje temático: mochilear tras la música, el arte callejero, las luchas sociales, la agricultura, las lenguas indígenas, los deportes, la espiritualidad o cualquier otra pasión que te mueva.
Consejos finales para armar tu ruta temática
Define tu motivación personal antes de comenzar
Investiga los destinos con anticipación, pero deja espacio para la sorpresa
Conversa con otros viajeros que hayan hecho rutas similares
Usa mapas, blogs y redes sociales como fuente de ideas
Anota tus vivencias: será un registro único y valioso
Sé flexible: a veces, los mejores momentos no están planificados
Que tu ruta hable de ti
Cada mochilero recorre Sudamérica a su manera. No hay un camino único ni correcto. Pero cuando diseñas una ruta basada en tus intereses más profundos, tu viaje se convierte en algo más que un recorrido: se transforma en una experiencia con sentido, coherente y transformadora.
Mochilear tras la historia es entender de dónde venimos. Mochilear tras la gastronomía es saborear la diversidad del continente. Mochilear tras la naturaleza es reencontrarte con la vida en estado puro. Tú decides por dónde empezar, pero lo que seguro encontrarás es una versión más rica, más despierta y más conectada de ti mismo.

Mochilero por 10 años, ha recorrido cada rincón de Sudamérica. Escribe el blog para compartir rutas auténticas y consejos sostenibles. Apasionado por conectar culturas y viajeros, cree que la aventura no tiene precio. ¡Explora con mente abierta y presupuesto bajo!