Mochilear por Sudamérica puede ser una experiencia económica si se planifica con inteligencia. Este continente, lleno de diversidad natural y cultural, ofrece infinitas posibilidades para quienes viajan con presupuesto limitado. Sin embargo, incluso en los países más baratos, los gastos pueden acumularse rápidamente si no prestas atención. Desde el transporte y la comida hasta los alojamientos y las actividades, cada decisión cuenta.
Por eso, en este artículo te compartimos los mejores trucos para extender tu presupuesto mochilero en Sudamérica. Son estrategias reales, prácticas y probadas por viajeros que recorren el continente sin gastar una fortuna. Ya sea que estés comenzando tu aventura o buscando formas de seguir viajando sin regresar a casa, esta guía es para ti.
1. Aprende a moverte como un local
Uno de los mayores gastos del mochilero es el transporte. Pero no siempre necesitas tomar vuelos, tours organizados o taxis. Los locales se mueven de forma mucho más barata, y tú también puedes.
Viaja en buses interurbanos o regionales en lugar de buses turísticos
Pregunta por los colectivos, combis o “micros” que usan los residentes
Evita taxis y usa apps como InDrive o DiDi, que permiten negociar precio
Camina siempre que puedas: además de ahorrar, conoces más del lugar
Haz autostop (hacer dedo) en zonas seguras y donde sea culturalmente aceptado (Chile y Argentina son excelentes para esto)
Consejo extra: si vas a hacer trayectos largos, elige buses nocturnos. Ahorras una noche de alojamiento y llegas a tu destino descansado.
2. Cocina tu propia comida
Comer fuera todos los días puede convertirse rápidamente en un gasto alto, especialmente en zonas turísticas. La clave es alternar entre comidas locales y cocinar tú mismo.
Busca hostales con cocina equipada
Compra en mercados populares o ferias campesinas
Cocina platos sencillos, como arroz con vegetales, fideos, tortillas, sopas
Lleva tus propios utensilios básicos: cuchillo pequeño, recipiente, botella reutilizable
Si vas a hacer excursiones largas, prepara snacks caseros (pan, frutas, frutos secos)
También puedes compartir la cocina con otros viajeros y organizar comidas comunitarias para dividir costos y crear momentos especiales.
3. Elige alojamientos alternativos
No siempre es necesario pagar por una cama. Existen muchas opciones gratuitas o de bajo costo para mochileros que estén dispuestos a adaptarse un poco.
Haz voluntariado a cambio de alojamiento con plataformas como Workaway, Worldpackers, HelpX o directamente en hostales
Haz Couchsurfing para quedarte en casa de locales que ofrecen hospedaje gratuito y conexión cultural
Acampa en lugares seguros, playas o montañas (en Sudamérica hay muchas zonas donde es permitido)
Viaja con carpa (tienda de campaña), hamaca o bolsa de dormir
Pregunta por “hostales familiares” o pensiones que no aparecen en internet
Tip mochilero: en zonas rurales, muchas familias ofrecen alojamiento sencillo y comida por precios más bajos que los hostales.
4. Aprovecha los días gratis y descuentos locales
Muchos museos, parques o atracciones tienen días gratuitos o descuentos para estudiantes, residentes o quienes presentan ciertos documentos. Infórmate antes de pagar.
Ejemplos:
En Perú, los domingos hay ingreso gratuito a sitios arqueológicos para ciudadanos y residentes
En Argentina, muchos museos nacionales tienen entrada gratuita o a muy bajo costo
En Ecuador, varios parques nacionales no cobran entrada
Algunos hostales ofrecen descuentos por estancias largas (más de 3 noches)
Pregunta siempre si hay tarifas locales o promociones especiales para mochileros.
5. Viaja en temporada baja
Evitar las temporadas altas (como diciembre-enero o julio-agosto) puede ahorrarte muchísimo dinero en transporte, alojamiento y excursiones. Además, disfrutarás de un ambiente más tranquilo y natural.
Ventajas de la temporada baja:
Mejores precios en hostales y transporte
Más posibilidad de regatear o negociar
Menos gente, más atención personalizada
Experiencia más auténtica y local
Planifica tu ruta considerando las temporadas turísticas de cada país y región.
6. Intercambia habilidades por alojamiento o comida
Si tienes un talento o conocimiento útil, puedes intercambiarlo por cosas básicas del viaje. En muchos lugares se valora que los viajeros aporten desde lo que saben.
Ideas de intercambio:
Tocar música en bares o plazas por propinas
Hacer fotos o videos para un hostal o restaurante
Enseñar inglés, yoga, cocina, redes sociales, etc.
Ayudar con la limpieza, el jardín o los animales en fincas rurales
Dar clases a niños en comunidades
A veces, una conversación abierta en un lugar puede abrir la puerta a una colaboración espontánea.
7. Evita los tours innecesarios
Muchos destinos ofrecen tours organizados que pueden ser fácilmente realizados por tu cuenta. No siempre necesitas una agencia.
Ejemplos:
En Cusco, puedes visitar la Montaña de los 7 Colores tomando un bus local + caminata
En Medellín, hay tours gratis por el centro y la Comuna 13
En Quito, puedes subir al teleférico y caminar por tu cuenta
En La Paz, los teleféricos urbanos conectan miradores increíbles sin necesidad de tour
Haz una pequeña investigación en blogs o foros antes de contratar servicios costosos.
8. Usa bien el cambio de moneda
La forma en que cambias dinero puede hacer una gran diferencia en tu presupuesto. Algunos consejos:
Evita cambiar en aeropuertos o centros turísticos
Compara tasas en diferentes casas de cambio
Si usas tarjeta, busca una que no cobre comisiones internacionales
Retira montos grandes en vez de muchas pequeñas extracciones
Ten siempre algo de efectivo en dólares, que se acepta en muchos países
Aplicaciones como XE Currency o Wise te ayudan a seguir el cambio en tiempo real.
9. Viaja despacio (slow travel)
Viajar lento no solo es más barato, también es más profundo. Quedarte más tiempo en un mismo lugar permite conocer mejor la cultura, ahorrar en transporte y conseguir precios más bajos.
Beneficios del viaje lento:
Menos gasto en traslados
Descuentos por estadías prolongadas
Mayor conexión con la comunidad local
Menos estrés y fatiga
Si encuentras un lugar donde te sientas cómodo, quédate. A veces es más valioso explorar una sola región a fondo que correr por varios países sin tiempo.
10. Comparte gastos con otros mochileros
Muchos de los costos del viaje pueden dividirse si viajas con alguien más o haces amigos en el camino.
Ejemplos:
Compartir taxi o Uber desde terminales
Dividir comida comprada en mercado
Organizar excursiones juntos
Cocinar en grupo
Compartir habitación privada para dos o tres personas (más barato que dormis múltiples)
Las redes sociales, los hostales y las apps como Backpackr o Couchsurfing Hangouts son buenos lugares para conocer compañeros de viaje.
11. Usa apps útiles para mochileros
Existen muchas aplicaciones gratuitas que te ayudan a ahorrar mientras viajas por Sudamérica:
Maps.me: mapas sin conexión, ideal para trekking o zonas sin señal
Rome2Rio: para comparar rutas y precios de transporte
Skyscanner y Google Flights: para encontrar vuelos económicos
Booking, Hostelworld y AirBnb: para comparar alojamiento (usa filtros de precio)
iOverlander: para encontrar lugares donde dormir o comer, incluso en ruta
Trail Wallet: para llevar control de gastos diarios
Grupos de Facebook: como “Mochileros por Sudamérica” o “Viajeros en Latinoamérica”
Cuanto más informado estés, menos gastarás por error o por apuro.
12. No compres recuerdos costosos
Es común querer llevar recuerdos de cada lugar, pero esos gastos pequeños suman mucho al final del viaje. En lugar de comprar souvenirs, elige opciones más económicas o simbólicas.
Ideas:
Una postal escrita por ti mismo desde cada ciudad
Un parche o banderita para coser en la mochila
Una piedra o concha recolectada (si es legal)
Una receta aprendida en cada país
Fotos impresas al regresar
Viajar ligero no solo es más cómodo, también te obliga a enfocarte en lo que realmente importa.
Más experiencia, menos gasto
Mochilear con poco dinero no significa privarte de vivir cosas increíbles. Al contrario: muchas de las mejores experiencias en Sudamérica son gratuitas o casi. Caminar por un mercado indígena, mirar el atardecer desde una montaña, compartir un mate con un desconocido, cocinar con una familia campesina… todo eso cuesta poco y vale mucho.
Extender tu presupuesto es cuestión de estrategia, flexibilidad y actitud. No necesitas ser rico para recorrer el continente. Solo necesitas ganas, curiosidad y un poco de creatividad. Cada truco que apliques te dará más tiempo, más libertad y más momentos para recordar.

Mochilero por 10 años, ha recorrido cada rincón de Sudamérica. Escribe el blog para compartir rutas auténticas y consejos sostenibles. Apasionado por conectar culturas y viajeros, cree que la aventura no tiene precio. ¡Explora con mente abierta y presupuesto bajo!